domingo, 10 de mayo de 2009

RESERVA DE LA BIOSFERA

CRITERIOS PARA LA DESIGNACION COMO RESERVA DE BISOFERA
 “Contener un mosaico de sistemas ecológicos representativo de regiones biogeográficas importantes, que comprenda una serie progresiva de formas de intervención humana.”

En Bardenas Reales encontramos un mosaico de hábitats naturales, como son los matorrales halonitrófilos, ontinares y sisallares, las Fruticedas y arboledas de Juniperus, las praderas de juncales halófilas mediterráneas, especies de aves esteparias, etc.

• “Tener importancia para la conservación de la diversidad biológica.”
El interés botánico de la flora y vegetación bardenera está relacionado con la singularidad climática de la Depresión del Ebro, caracterizada por una aridez que ha permitido el mantenimiento de comunidades y especies de carácter estepario. La vegetación más interesante son especies adaptadas a vivir en un medio tan difícil como el salino.En cuanto a la fauna, la comunidad de aves supera el centenar de especies, destacando las rapaces, con veinticuatro especies presentes habitualmente y las esteparias.

También se encuentran en Bardenas numerosas especies de invertebrados como caracoles, con doce especies inventariadas y cangrejos, representados por dos especies introducidas. Entre los peces, que se encuentran en las masas de agua de carácter permanente destaca el barbo de Graells. En cuanto a los anfibios también ligados a los puntos de agua, han sido detectadas ocho especies.

Entre los mamíferos, las especies presentes ascienden a veintiocho por ejemplo el lirón careto, murciélagos como el murciélago grande de herradura, el murciélago rabudo  y otros el gato montés y la gineta entre otros.

Pero el territorio bardenero no es sólo importante por la presencia de especies de gran interés como las citadas, a pesar del aspecto desolado que presenta este territorio, sino también por haberse mantenido a lo largo de los años los usos tradicionales de la tierra, como son la trashumancia, en el sector ganadero, y la agricultura de secano realizada en año y vez.

 “Ofrecer posibilidades de ensayar y demostrar métodos de desarrollo sostenible en escala regional.”
En el territorio de Bardenas Reales se viene realizando desde antiguo el desarrollo sostenible, gracias al mantenimiento de los usos del suelo tradicionales, y al control y cuidado que ha tenido la Comunidad de Bardenas Reales en proteger este territorio que mantenía su actividad económica, y representaba su modo de vida. Es por esta razón, que Bardenas Reales supone, no sólo un ejemplo a seguir sino un buen lugar para experimentar nuevas formas de gestión que respeten las actuales y las mejoren.

Los conocimientos que a lo largo de tantos años ha recopilado la Comunidad de Bardenas, derivados de la gestión tradicional que han llevado a cabo en su territorio, resultaría muy beneficiosa para aquellos países con territorios de lugares de características parecidas, que no han llevado a cabo este tipo de gestión, o al menos durante tanto tiempo.

 “Tener dimensiones suficientes para cumplir las tres funciones de las reservas de biosfera.”
[Esto se refiere en particular a: a) la superficie necesaria para lograr los objetivos de conservación a largo plazo de la(s) zona(s) núcleo y la(s) zona(s) tampón y b) la disponibilidad de zonas apropiadas para trabajar con las comunidades locales en los ensayos y demostraciones de usos sostenibles de los recursos naturales.]

Bardenas Reales, con 39.273 hectáreas protegidas bajo la figura de Parque Natural ha demostrado a través de su historia, en la que ha sido reconocida como unidad geográfica con identidad propia, tener dimensiones suficientes para desarrollar un sistema socioeconómico cuyos usos y aprovechamientos han contribuido a que Bardenas Reales sea un ejemplo de conservación de especies, ecosistemas y paisajes esteparios.

• Mediante la zonación apropiada:

- Zona de Reserva Natural.

En ella se autorizarán únicamente las actividades destinadas a la mejora y conservación de sus valores naturales, incluidas las científicas, así como los usos tradicionales existentes con anterioridad a su declaración como Reserva (agricultura de secano año y vez, ganadería extensiva y caza según el Plan de Ordenación de Caza) que se demuestran compatibles con la conservación, mejora y fomento de los valores naturales.

- Zona periférica de protección de Reserva Natural

Se corresponde con las Zonas Periféricas de Protección de las Reservas Naturales de “Rincón del Bú” (RN-36), “Caídas de la Negra” (RN-37) y Vedado de Eguaras (RN-31).

Son terrenos circundantes a las Reservas Naturales, cuyos usos más importantes son los tradicionales, de agricultura de secano año y vez, ganadería extensiva y caza. Están sometidas a un régimen de protección según la Ley Foral 9/1996, de 17 de junio de Espacios naturales de Navarra.

- Zona agrícola extensiva

Terrenos de secano actualmente en cultivo, aprovechados por el ganado en los períodos de rastrojo y barbecho.

- Zona agrícola extensiva especial

Son terrenos de secano actualmente en cultivo, también aprovechados por el ganado en períodos de rastrojo y barbecho y que presentan elevados valores ambientales que precisan ser preservados de otros usos.

- Zona agrícola intensiva

Son terrenos de regadío actualmente en cultivo, cuyos subproductos son aprovechables por el ganado extensivo tradicional.

- Zona ganadero-forestal

Son áreas no cultivadas cubiertas de vegetación natural o desprovistas de ella, cuyas principales formaciones vegetales son matorrales con desigual grado de cobertura, zonas arbustivas, comunidades salinas, de zonas húmedas y suelo desnudo.

- Zona de acondicionamiento turístico y recreativo

Terrenos de anterior uso agrícola, que fueron desafectados para la construcción del embalse del Ferial y en la actualidad están baldías. Están situados entre dos presas existentes.

- Zona de actual uso militar, son terrenos de uso exclusivo militar, localizados en el interior de Bardenas Reales pero no incluido en el Parque Natural.

“a) una o varias zonas núcleo jurídicamente constituidas, dedicadas a la protección a largo plazo conforme a los objetivos de conservación de la reserva de biosfera, de dimensiones suficientes para cumplir tales objetivos.”
De acuerdo con los requerimientos de las Reservas de la Biosfera, se propone denominar Zonas Núcleo a las Zonas de Reserva Natural, anteriormente descritas, por ser espacios con valores ecológicos elevados, y en los que se permitirá la evolución de los mismos según su propia dinámica autorizando únicamente las actividades destinadas a la mejora y conservación de dichos valores. Las Zonas Núcleo suman un total de 1.917 ha.

“b) una o varias zonas tampón claramente definidas, circundantes o limítrofes de la(s) zona(s) núcleo, donde sólo puedan tener lugar actividades compatibles con los objetivos de conservación.”
Las Zonas Tampón propuestas comprende las Zonas Periféricas de Protección de las Reservas Naturales que están dentro del Parque Natural, incluida la Zona Periférica de Protección del Vedado de Eguaras., con un total de 1.074 ha.

En estas zonas se permitirán, entre los usos no constructivos, sólo aquéllos vinculados a la investigación, educación ambiental y divulgativos, a la ejecución de infraestructuras de interés general o de utilidad pública, los usos agrícolas y ganaderos que se vinieran realizando y sus mejoras, cuando resulten compatibles con la protección del espacio natural, el aprovechamiento forestal conforme a los proyectos de ordenación o planes técnicos forestales.

 “c) una zona exterior de transición donde se fomenten y practiquen formas de explotación sostenible de los recursos.”
Como Zona de Transición se han incluido la Zona agrícola extensiva, la Zona agrícola extensiva especial, la Zona agrícola intensiva, la Zona ganadero-forestal, Zonas de usos especiales y la Zona de Acondicionamiento turístico y recreativo.

EFECTO INVERNADERO

Efecto invernadero

Se denomina efecto invernadero al fenómeno por el cual determinados gases, que son componentes de la atmósfera planetaria, retienen parte de la energía que el suelo emite por haber sido calentado por la radiación solar. Afecta a todos los cuerpos planetarios dotados de atmósfera. De acuerdo con el actual consenso científico, el efecto invernadero se está viendo acentuado en la Tierra por la emisión de ciertos gases, como el dióxido de carbono y el metano, debida a la actividad económica humana.

Gases de efecto invernadero y actividad industrial

Los denominados gases de efecto invernadero o gases invernadero, responsables del efecto descrito, son:

§  Vapor de agua (H2O).

§  Dióxido de carbono (CO2).

§  Metano (CH4).

§  Óxidos de nitrógeno (NOx).

§  Ozono (O3).

§  Clorofluorocarbonos (CFCl3).

Si bien todos ellos (salvo los CFCs) son naturales, en tanto que ya existían en la atmósfera antes de la aparición del hombre, desde la Revolución industrial y debido principalmente al uso intensivo de los combustibles fósiles en las actividades industriales y el transporte, se han producido sensibles incrementos en las cantidades de óxidos de nitrógeno y dióxido de carbono emitidas a la atmósfera, con el agravante de que otras actividades humanas, como la deforestación, han limitado la capacidad regenerativa de la atmósfera para eliminar el dióxido de carbono, principal responsable del efecto invernadero.

Estos cambios causan un paulatino incremento de la temperatura terrestre, el llamado cambio climático o calentamiento global que, a su vez, es origen de otros problemas ambientales:

§  Desertización y sequías, que causan hambrunas

§  Deforestación, que aumenta aún más el cambio

§  Inundaciones

§  Fusión de los casquetes polares y otros glaciares, que causa un ascenso del nivel del mar, sumergiendo zonas costeras.3 Sólo influye en dicha variación el hielo apoyado en suelo firme, ya que el hielo que flota en el mar no aumenta el nivel del agua.

§  Destrucción de ecosistemas

§  Además, el efecto invernadero es uno de los principales factores que provocan el calentamiento global de la Tierra, debido a la acumulación de los llamados gases invernadero CO2, H2O, O3, CH4 y CFCs en la atmósfera.

LA AGRICULTURA

La conclusión más importante es el hecho de que la agricultura tiene un elevado potencial para pasar de ser uno de los mayores productores de Gases Efecto Invernadero (GEI) a un sumidero neto de carbono.
La agricultura industrial basada en un uso intensivo de químicos degrada el suelo y destruye los recursos que son fundamentales para la fijación de carbono, como los bosques y el resto de ecosistemas. 

Las mayores emisiones directas de la agricultura se deben al abuso de fertilizantes, a la destrucción de ecosistemas para obtención de nuevas tierras, a la degradación de los suelos y al modelo de ganadería intensiva. 
Más del 50% de todos los fertilizantes aplicados a los suelos se dispersa en el aire o acaba en los cursos de agua. Uno de los GEI más potentes es el óxido nitroso (N2O), con un potencial de producción de calentamiento global unas 296 veces mayor que el CO2. 

El empleo masivo de fertilizantes y las emisiones resultantes de N2O representan el mayor porcentaje de contribución agraria al cambio climático: el equivalente a 2,1 mil millones de toneladas de CO2 cada año. 

Además, la producción de fertilizantes suma otros 410 millones de toneladas equivalentes de CO2.

La segunda mayor fuente de emisiones agrícolas es la ganadería. Al digerir los alimentos, los animales producen grandes cantidades de metano, un potente GEI. 

De mantenerse el actual aumento de consumo de carne, las emisiones de metano seguirán creciendo y lo harán durante las próximas décadas. La tala de ecosistemnas forestales para obtener nuevas tierras para pastoreo o producción de cosechas para alimentación humana o uso industrial elimina sumideros de carbono fundamentales -plantas y suelos que absorben carbono atmosférico- e incrementa el calentamiento global. 

El informe detalla soluciones como las prácticas agrarias sostenibles que fijan carbono en el suelo, la reducción del uso de fertilizantes o la reducción del consumo de carne y derivados animales en los países desarrollados.

MEDIDAS

La clave está en el uso extensivo de energías renovables, en lugar de las basadas en el carbón y el petróleo y la nuclear, y en un uso más inteligente de la energía para conseguir reducir a la mitad las emisiones responsables del efecto invernadero y del calentamiento del planeta. Para ello, es necesario que los Gobiernos apuesten decididamente por las renovables y acaben con las subvenciones a las energías fósiles e introducir el principio de ‘quien contamina paga’.

Se trata de usar más eficientemente la energía: buenos aislamientos o ventilaciones que ayuden a ahorrar en calefacción y aire acondicionado, un buen uso de la electricidad (con electrodomésticos eficientes y luces de bajo consumo), apagar completamente los aparatos para que no gasten energía los pilotos de standby (en espera), instalación de reductores de caudal en los grifos que, además del ahorro de agua que suponen, contribuyen a que se gaste menos electricidad o gas por parte de las calderas.

PROTOCOLO

El Protocolo de Kyoto se adoptó en la COP3 en Kyoto en 1997, pero en los años siguientes los detalles de dicho protocolo fueron objeto de un debate político intenso. En la COP7 de Marrakech, en 2001, se determinaron los detalles del protocolo, pero varios países de la CMCC, encabezados por EE.UU., rechazaron el protocolo por completo. Durante mucho tiempo, se pensó que el protocolo nunca llegaría a entrar en vigor. Para ello, al menos 55 países que hubieran ratificado la CMCC debían ratificar el protocolo. Estos países, en conjunto, debían representar al menos 55% de los países industrializados. El 16 de febrero de 2005 se alcanzó el nivel de apoyo necesario para adoptar el protocolo y hoy en día 182 países lo han aceptado.

Al contrario que la CMCC, el Protocolo de Kyoto establece objetivos vinculantes. Según las condiciones del protocolo, 37 países industrializados, junto con la totalidad de la Unión Europea, se comprometen a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un promedio del cinco por ciento respecto a 1990. La UE debe reducir sus emisiones en un ocho por ciento respecto a 1990. Dinamarca será el país que más sufrirá, junto con Alemania y Luxemburgo, ya que deben reducir sus emisiones en un 21% respecto a 1990. Los objetivos son aplicables de 2008 a 2012 y el protocolo se aplica a las emisiones de seis GEI: CO2, metano, óxido nitroso y tres tipos de gases industriales: hexafluoruro de azufre, hidrofluorocarbonos (HFC) y perfluorocarbonos (PFC). Para facilitar los cálculos, el dióxido de carbono se utiliza como estándar (CO2) y el resto de gases se convierten en sus equivalentes de CO2.

Los 37 países deben reducir sus emisiones de CO2 por medio de iniciativas nacionales, pero también pueden emplear los mecanismos de flexibilidad del protocolo.